El huracán Raymond, el primero que llega a la categoría 3 en la actual temporada, mantiene vientos sostenidos de 195 km/h y rachas de 240 km/h y está “actualmente estacionario” con la expectativa de que continúe su movimiento “lento y errático” acercándose más a la costa de México esta noche o el martes, informó el estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC) a las 18H00 GMT.
“Se pronostica un fortalecimiento de la tormenta en el próximo día”, advirtió el centro.
Raymond se encuentra a 255 km al suroeste del turístico puerto de Acapulco y a 170 km al sur del puerto de Zihuatanejo.
Sin embargo, el pronóstico del NHC es que Raymond gire su trayectoria hacia el oeste sin llegar a impactar tierra en la costa mexicana, aunque sí causaría fuertes precipitaciones.
El último huracán de categoría 3 que azotó la costa mexicana fue Karl en septiembre de 2010, el cual, combinado con la tormenta Matthew, dejó 16 muertos en regiones costeras en el Atlántico, recordó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mexicano.
Se espera que Raymond produzca inundaciones costeras significativas, oleaje y vientos fuertes, posibles deslaves carreteros y crecidas de ríos y arroyos, según el SMN, que previó “lluvias de muy fuertes a torrenciales” sobre los estados mexicanos de Guerrero (sur) y el vecino Michoacán (oeste).
Los gobiernos de esos dos estados han decretado una alerta que incluye el cierre de puertos, evacuaciones preventivas, vigilancia de presas y carreteras, e incluso suspensión de clases en algunas comunidades.
En Guerrero, alrededor de 1.000 personas fueron evacuadas en los municipios de Zihuatanejo, Tecpan de Galeana y Coyuca de Benítez (uno de los más afectados por la tormenta tropical Manuel) ante el riesgo de derrumbes y desbordamientos de ríos, indicó a la AFP Constantino González Vargas, subsecretario de Protección Civil del estado.
En Acapulco, donde llueve de forma intensa desde la tarde del domingo, el agua cubre hasta las rodillas en al menos dos barrios y una cuarentena de personas fueron evacuadas preventivamente y trasladadas a refugios temporales.
En Acapulco y ocho municipios de la Costa Grande de Guerrero la suspensión de clases de cerca de 35.000 alumnos de todos los niveles se amplió al martes.
El director general de la mexicana Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld, advirtió previamente de “la saturación del suelo en una zona que ha recibido fenómenos hidrometeorológicos con tanta reiteración, como fueron Ingrid y Manuel”.
Estos dos fenómenos, que llegaron a alcanzar fuerza de huracán categoría 1, embistieron a México a mediados de septiembre por costas opuestas, dejando a su paso un saldo oficial de al menos 157 muertos y 1,7 millones de damnificados.
Guerrero fue el estado más afectado por el huracán Manuel, con 101 muertos. En la zona montañosa, un inmenso alud de tierra y piedras sepultó parcialmente una comunidad, dejando decenas de desaparecidos; mientras que en el puerto de Acapulco decenas de miles de turistas quedaron varados durante días ante el cierre del aeropuerto y carreteras.
En esa ocasión, algunos habitantes de Acapulco debieron ser rescatados en helicóptero de los techos de sus casas ante las crecientes inundaciones, que obstruyeron el servicio de agua potable de todo el puerto.
Impredecible Raymond
Raymond, que también provocará precipitaciones en Jalisco y Colima (oeste), estará interactuando con un frente frío que se prevé que ingrese durante las próximas horas por los estados norteños de Chihuahua y Coahuila y que está previsto que provoque lluvias fuertes a partir del martes tanto en el norte como en el este.
Según Korenfeld, si el frente frío desciende lo suficientemente rápido podría desviar al huracán y cambiar su trayectoria de regreso al océano.
En la actual temporada han impactado ocho tormentas tropicales y huracanes en México -cuatro en cada costa-, uno menos que el récord de nueve que se registró en 2010.
Las autoridades habilitaron en Michoacán 34 albergues y suspendieron las clases en los municipios de Coahuayana, Aquila, Lázaro Cárdenas y Arteaga, donde ya caen precipitaciones, dijo a la AFP el secretario de Gobierno local, Jaime Mares Camarena.
Por su parte, Guerrero vigila estrechamente cuatro presas cuya capacidad estaba al 100% la mañana del domingo y cerró la navegación a embarcaciones, pues se espera que el oleaje alcance hasta cuatro metros de altura.
En ese estado siguen las tareas de reparación de daños por los fenómenos de septiembre. Unas 5.000 viviendas deben ser reubicadas y más de 5.000 personas continúan en albergues tras esas inusuales tormentas.
El SMN mexicano aseguró que las lluvias llegarán hasta el centro de México, donde recientemente surgió un brote de cólera cuyo impacto asciende hasta el momento a 171 casos y una muerte.