Por lo menos 93 personas murieron el martes debido a un potente terremoto que estremeció al centro de Filipinas, y se teme que la cifra podría aumentar ya que los socorristas no han podido llegar a un hospital derrumbado.
El terremoto de 7,2 grados sacudió la isla de Bohol, en el centro de Filipinas.
Iglesias centenarias se desplomaron, carreteras se rajaron y vastas áreas quedaron sin electricidad.
El jefe de la policía de Bohol, Dennis Agustín, dijo que 77 de las muertes ocurrieron en esa provincia. Al menos otras 15 personas murieron en la vecina provincia de Cebú y otra en la Isla Siquijor.
El sismo sacudió el área a las 8:12 a.m. y tuvo su epicentro unos 33 kilómetros (20 millas) debajo de la ciudad de Carmen, donde se derrumbaron numerosos edificios pequeños.
Muchas carreteras y puentes sufrieron daños, lo que dificultaba las tareas de rescate. Pero iglesias históricas de la época colonial española fueron las más dañadas. Entre ellas estaba la iglesia más antigua del país, la Basílica del Niño en Cebú, construida en el siglo XVI, que perdió el campanario.
Casi la mitad de una iglesia del siglo XVII en Loboc, al sureste de Carmen, quedó reducida a escombros.
La mayor cifra de muertos — 18 — se dio en la municipalidad de Loon, 42 kilómetros (26 millas) al oeste de Carmen, donde un número desconocido de pacientes quedaron atrapados en el hospital Congressman Castillo Memorial, que se derrumbó parcialmente. Los socorristas trataban de alcanzar a los pacientes, dijo el portavoz de la defensa civil, mayor Reinaldo Balido.
Al caer la noche, toda la provincia estaba a oscuras debido a que el terremoto cortó el servicio eléctrico. Fuentes vientos y lluvias obligaron a un helicóptero de rescate a retirarse.
Las autoridades estaban colocando tiendas de campaña para los desplazados, mientras que otros que perdieron sus viviendas se albergaron con familiares, dijo el gobernador de Bohol, Edgardo Chatto.
También hubo extensos daños en la densamente poblada ciudad de Cebú, separada de Bohol por un estrecho marítimo, causando muertes cuando el techo de un puerto pesquero y un mercado se vinieron abajo.
El terremoto provocó una estampida en un gimnasio de Cebú donde había numerosas personas esperando a recibir asistencia del gobierno, con saldo de cinco muertos y ocho lesionados, dijo Neil Sánchez, funcionario de atención a desastres.
En otra ciudad cercana, 18 personas quedaron lesionadas mientras trataban de salir de un edificio donde el gobierno ofrecía asistencia.
"Salimos del edificio y afuera nos abrazamos a los árboles porque el temblor era muy fuerte", dijo Vilma Yorong, empleada del gobierno provincial de Bohol.
"Cuando la tierra dejó de temblar, corrí a la calle y vi que había varias personas lesionadas. Algunas decían que su iglesia se había derrumbado", le dijo por teléfono a The Associated Press.
Mientras cundía el pánico, Yorong y otros corrieron a una montaña, temerosos de que un tsunami seguiría al terremoto. "Minutos después del temblor la gente se empujaba para subir a una colina", dijo.
Pero el epicentro del terremoto fue en tierra adentro y no provocó un tsunami.
Oficinas y escuelas estaban cerradas por un feriado nacional —el festival musulmán de Eid al-Adha— lo que puede haber salvado vidas. El terremoto también ocurrió a más profundidad que el de magnitud 6,9 del año pasado en aguas cerca de la Isla Negros, también en la región central del país, que dejó casi 100 muertes.
Aledel Cuizon, empleada de una empresa finesa en Cebú, dijo que el temblor la sorprendió en su habitación y parecía que "un camión enorme se acercaba, cada vez más fuerte".
Ella y sus vecinos corrieron afuera, donde vio "los postes de hormigón del alumbrado moviéndose como si fueran cocoteros". Dijo que el temblor duró entre 15 y 20 segundos.
Los hospitales de la ciudad de Cebú evacuaron rápidamente a los pacientes a las calles, canchas de baloncesto y parques.
La provincia de Cebú, unos 570 kilómetros al sur de Manila, tiene más de 2,6 millones de habitantes y es la segunda ciudad más grande del país. La cercana Bohol tiene 1,2 millones de habitantes y es popular entre los extranjeros por su playa y centros turísticos, y las Montañas de Chocolate.
El jefe militar regional, teniente general Roy Deveraturda, dijo que llamó a servicio a los soldados de pase por el feriado para responder al terremoto. Dijo que el temblor había dañado el atracadero de Tagbilaran, capital provincial de Bohol, y causado algunas rajaduras en el Aeropuerto Internacional de Cebú, pero que los barcos y aviones militares podían usar instalaciones alternativas para ayudar.