Según los astrónomos de la Nasa los meteoritos que impactan las naves pueden perforar los módulos o incluso destruir los componentes de motores y electrónica de los satélites que orbitan la Tierra.
Cuando la Tierra pasa a través de los restos de la cola del cometa Swift Tuttle algunas partículas (meteoroides) de polvo que simulan venir desde la Constelación Perseo golpean la parte superior de la atmósfera de la Tierra a una velocidad de 225.000 kilómetros por hora y se desintegran iluminando el cielo nocturno. Como resultado, desde la Tierra se observa una lluvia de estrellas, la lluvia de meteoritos Perseidas, que recibe su nombre de la constelación.
Este año, en el día de mayor concentración de estos meteoritos, el 12 y 13 de agosto, sin la molestia de la luz de la Luna después de media noche, el espectáculo se augura más que notable, especialmente porque algunas Perseidas se ven como verdaderas bolas de fuego. Sin embargo, esto no sucede sin algunos riesgos, describe la Oficina Ambiental de Meteoritos (MEO) de la NASA, por el peligro de impactos en los numerosos satélites que orbitan la Tierra.
"Aunque nunca ha sido definitivamente demostrado que los meteoroides hallan destruido una nave espacial, ha habido varias anomalías de vuelo atribuidas a impactos de meteoritos, incluyendo la pérdida del satélite Olympus por una falla del sistema provocada por un impacto de meteoros de la lluvia de las Perseidas", señala el equipo de MEO de la NASA.
El satélite Olympus de la Estación Espacial Europea se lanzó en julio de 1989. Desde 2001 se registra a la deriva.
La Oficina Ambiental de Meteoritos (MEO) comunica en su portal que "los meteoritos que impactan las naves espaciales son un riesgo cuantificable". Ellos describen que estos "pueden perforar a presión volúmenes como los módulos de la estación espacial y los tanques", o incluso "destruir los componentes, por ejemplo, de motores y electrónica".
Para describir la naturaleza de las Perseidas, la NASA destaca que "estas bolas de fuego se originan a partir de trozos relativamente grandes de escombros que, al desintegrarse, producen destellos luminosos demasiado brillantes como para ser opacados. No es inusual observar al menos algunos meteoros Perseidas de esta naturaleza durante la noche del máximo; son tan brillantes que hasta producen sombras".
Estos meteoros pueden avistarse en cualquier momento en el que Perseo se encuentre por encima del horizonte entre el 17 de julio y 24 de agosto, sin embargo la posición de la Tierra entre el 12 y 13 de este mes, indica el período de mejor observación. Se predice que se podrá ver uno a dos meteoros por minuto.
El Cometa Swift Tuttle orbita el Sol cada 130 años. Su último acercamiento fue en 1992. Se dice que el retraso que tuvo en su última aparición, por un eventual cambio de trayectoria, lo hace más peligroso para la Tierra a futuro.
Otras lluvias de meteoritos son observables en este período. Entre ellas están las Alfa Capricórmidas. La Tierra las cruza entre el 3 de julio y 24 de agosto, con un máximo que ya pasó el 29 de julio. Una cámara de la NASA captó un meteorito de las Capricórnidas el 1 de agosto. Se vio como una gran bola de fuego antes de explotar sobre territorios de Alabama y Tennessee, en Estados Unidos.
En tanto las Delta Acuáridas Sur son cruzadas entre el 12 de julio y 23 de agosto y su máximo también fue el 29 de julio. En todas las lluvias de estrellas el nombre indica la constelación donde son observables.
Estamos a su vez en los últimos días de la lluvia de Piscis Austrínidas entre el 15 de julio y 10 de agosto y en el inicio de las lluvia de estrellas sKappa Cygnidas entre el 3 de agosto y 25 de agosto, con un máximo augurado para el día 17.