Los departamentos de San Marcos, Quetzaltenangos y Quiché son los lugares donde se concentra la mayor cantidad de población indígena y la mayor pobreza y marginalidad de Guatemala, fueron declarados el jueves en "estado de calamidad" por el presidente Otto Pérez Molina debido a los daños causados por el terremoto de 7.5 grados.
Hasta el momento, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) contabiliza un total de 52 fallecidos, al menos 200 heridos y 22 desaparecidos, pero las cifras definitivas pueden variar a medida que avancen los trabajos de rescate y levantamiento de escombros.
El gobierno asegura que tiene recursos para hacer frente a la emergencia causada por el terremoto, pero también reconoce que la fase de reconstrucción "no será fácil".
Países como Estados Unidos, Canadá, Taiwán, Venezuela, España, Colombia, México y Costa Rica, según Pérez Molina, le han ofrecido su colaboración y ayuda.
La declaración de estado de calamidad, prohíbe las concentraciones, espectáculos, el porte de armas de fuego y limita la locomoción, permitirá atender con más rapidez a los damnificados por el sismo, según las autoridades.
Según la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en los siete departamentos en estado de calamidad los niveles de pobreza van desde un 53,73% (Quetzaltenango) hasta un 77,47% (Sololá).
El departamento de San Marcos, el más golpeado por el terremoto, según las cifras oficiales, tiene un índice de pobreza del 68,54%, mientras que en Totonicapán es del 73,29%, en Quiché del 71,85%, Huehuetenango el 60,50% y Retalhuleu, la zona del epicentro del terremoto, del 59,24%.
Las humildes casas, construidas de adobe y láminas en las regiones más afectadas, se vinieron al suelo por el violento sismo que también ha dejado 200 heridos, 5.251 personas que lo perdieron todo, más de 1,2 millones de afectados y 6,7 millones de habitantes en riesgo por las réplicas, según el presidente.
Cientos de socorristas y soldados colaboran con los pobladores de las comunidades afectadas en limpiar los destrozos y planear la reconstrucción.
A los bomberos, soldados y miembros de la Cruz Roja guatemalteca se unió un grupo de la Brigada de Rescate Topos de México, que llegaron al país en las últimas horas.
"La liberación de energía es lenta y puede ser el indicio de que haya un silencio sísmico que puede ser el preludio de otro terremoto significativo", afirmó Sánchez,
Persiste el peligro de nuevo terremoto en Guatemala.
El peligro de ocurrir un nuevo terremoto persiste en Guatemala tras el de 7,5 grados en la escala de Richter, considera el director del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez."La liberación de energía es lenta y puede ser el indicio de que haya un silencio sísmico que puede ser el preludio de otro terremoto significativo", afirmó Sánchez,
Desde el momento del evento sísmico a las 10:35 hora local , del miércoles hasta las 06:00 del jueves se produjeron 68 réplicas, pero a partir de ese instante hasta las 17:00 de ayer sólo ocurrieron otras cuatro de baja magnitud e intensidad.
Esta poca liberación de energía podría provocar el desplazamiento de una placa sobre la otra, que se estacione, se vuelva fijo y posteriormente, por el empuje, haya una gran expulsión de energía.