La zona más afectada es Sabañag donde se midieron 3 mm, y continúa cayendo en Santuario, Hualcanga Santa Anita, Jaloa la Playa, Pillate, Hiervabuena, San Juan y otras zonas rurales de los cantones Quero, Cevallos, Tisaleo y Mocha.
Las buenas condiciones climáticas permitieron observar con detalle la actividad volcánica. El volcán expulsó material incandescente en forma de chorros y bloques de lava que descendieron por unos 500 metros sobre el nivel del cráter, para luego caer y rodar hasta una distancia de 1,5 kilómetros especialmente por los flancos noroccidental y occidental.
Evacuación
Mas de 100 familias evacuaron voluntariamente sus casas ante la reactivación del volcán, informó la el subsecretario Felipe Bazán, de la Secretaría Nacional de Riesgos (SNGR), según el medio Andes. Todos ellos buscaron refugios en casas de amigos y familiares.
Bazán informó que las cenizas del Tungurahua alcanzan los 2 kilómetros de altura por lo que no hay riesgos para el transporte aéreo.
El servicio de emergencia se encargó de habilitar a 9 albergues con alimentos y a señalizar las rutas de evacuación de las poblaciones rurales de la falda de la montaña.
Además se estará brindando ayuda a los agricultores de Manabí que también fueron afectados después que el viento en dirección suroeste transportara las cenizas hasta sus cultivos.