¿Se abrió una nueva falla en las entrañas de Italia? Es una de las hipótesis que se manejan en estas horas de gran conmoción.
La nueva falla habría provocado el nuevo y potente terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter en la misma zona de Módena golpeada hace nueve días, considerada hasta ahora de medio o bajo riesgo sísmico.
La zona de la famosa Pianura Padana, afectada de manera brutal en dos episodios en nueve días, se destacaba por su tranquilidad: no se registraban sismos desde 1570. Según diversos expertos, el origen de los terremotos podría estar en una nueva fractura geológica en la llamada "placa de Ferrara", en los montes Apeninos, que presiona sobre la placa de los Alpes.
El sismo ocurrió en la margen occidental del arco de aproximadamente 40 kilómetros que se activó con el temblor del 20 de mayo pasado. Entonces, los sacudones más fuertes se habían registrado en la zona oriental.
Luego del terremoto del 20 de mayo, las réplicas más fuertes, es decir, de magnitud superior a 5 grados, se habían concentrado en la zona de Ferrara. Según Amato, el terremoto de ayer "indica que muy probablemente haya otras fallas activas".
Según Gianvito Graziano, presidente del Consejo Nacional de Geólogos, "La península italiana se está reorganizando desde el punto de vista geológico, algo que sucede a lo largo de siglos. En la zona afectada, en efecto, se registraron terremotos de semejante intensidad hace medio milenio.
La nueva falla habría provocado el nuevo y potente terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter en la misma zona de Módena golpeada hace nueve días, considerada hasta ahora de medio o bajo riesgo sísmico.
La zona de la famosa Pianura Padana, afectada de manera brutal en dos episodios en nueve días, se destacaba por su tranquilidad: no se registraban sismos desde 1570. Según diversos expertos, el origen de los terremotos podría estar en una nueva fractura geológica en la llamada "placa de Ferrara", en los montes Apeninos, que presiona sobre la placa de los Alpes.
El sismo ocurrió en la margen occidental del arco de aproximadamente 40 kilómetros que se activó con el temblor del 20 de mayo pasado. Entonces, los sacudones más fuertes se habían registrado en la zona oriental.
Luego del terremoto del 20 de mayo, las réplicas más fuertes, es decir, de magnitud superior a 5 grados, se habían concentrado en la zona de Ferrara. Según Amato, el terremoto de ayer "indica que muy probablemente haya otras fallas activas".
Según Gianvito Graziano, presidente del Consejo Nacional de Geólogos, "La península italiana se está reorganizando desde el punto de vista geológico, algo que sucede a lo largo de siglos. En la zona afectada, en efecto, se registraron terremotos de semejante intensidad hace medio milenio.
"Italia es como una barra rectangular comprimida por Africa, y en decenas de millones de años será aplastada hacia la península balcánica. Tiene unos puntos de fricción que periódicamente se hacen sentir. Hay que augurar que haya más sacudones, porque más es el número, menor es la intensidad y la cantidad que se acumula", agregó Graziano.
"Las normas antisísmicas que aplicamos en los territorios afectados están vinculadas a un mapa de riesgo sísmico que debe ser aggiornado ", admitió, por su parte, el ministro de Ambiente, Corrado Clini.
"Me parece bastante claro que estamos frente a una situación que requiere intervenciones importantes para la reconstrucción y por la puesta en seguridad", señaló el ministro, al aludir a las polémicas que estallaron en cuanto a la falta de preparación y a las controvertidas normas de seguridad de los edificios.
Nadie se olvida, en efecto, de que en el mortífero terremoto de L'Aquila, en los Abruzos, en 2009 -que dejó 309 víctimas, fueron las construcciones modernas, que no respetaban las normas de seguridad antisísmicas y hechas con materiales adulterados, las que se vinieron abajo como castillos de naipes.
"Las normas antisísmicas que aplicamos en los territorios afectados están vinculadas a un mapa de riesgo sísmico que debe ser aggiornado ", admitió, por su parte, el ministro de Ambiente, Corrado Clini.
"Me parece bastante claro que estamos frente a una situación que requiere intervenciones importantes para la reconstrucción y por la puesta en seguridad", señaló el ministro, al aludir a las polémicas que estallaron en cuanto a la falta de preparación y a las controvertidas normas de seguridad de los edificios.
Nadie se olvida, en efecto, de que en el mortífero terremoto de L'Aquila, en los Abruzos, en 2009 -que dejó 309 víctimas, fueron las construcciones modernas, que no respetaban las normas de seguridad antisísmicas y hechas con materiales adulterados, las que se vinieron abajo como castillos de naipes.
Para el profesor Enzo Boschi, que enseña Sismología en la Universidad de Bolonia, es previsible que la tierra vuelva a temblar, una vez más. "El fenómeno puede continuar, seguramente, porque la actividad de una zona sísmica nunca se detiene. Los sacudones pueden convertirse en mínimos, pero la actividad sísmica permanece", advirtió.
"Lo peor es que no existe una verdadera cultura para enfrentar estos problemas ni una política para reducir los riesgos vinculados a la actividad sísmica a través de la sustitución, reestructuración y manutención de los edificios. Son cosas que dijimos muchas veces, pero nunca puestas en práctica", lamentó Boschi.