Según las profecías mayas, el mundo podría acabarse en 2012, exactamente, el 21 de diciembre de este año.
Pero no sólo los mayas hicieron ese tipo de predicciones, el
científico Isaac Newton hizo lo propio, aunque su predicción es
doblemente interesante.
Uno de los grandes científicos de la historia, hombre que en su época
transformó la física, la matemática y la astronomía, formulando la ley
de gravedad universal y las tres leyes de la dinámica que llevan su
nombre, también predijo el adiós.
Y es que además de físico, matemático y astrólogo, el hombre era también teólogo, algo usual en la época.
Al respecto la Universidad de Cambridge analizó y descifró sus
escritos por una comisión de expertos. Un total de 7 mil 500 páginas
manuscritas de archivos digitalizados pueden ser consultados.
Fue en esos papeles que apareció la insólita predicción del fin del mundo.
En 1704, el físico calculó, basándose en la lectura de la Biblia, que el fin del mundo tendría lugar en 2060.
Fue en el libro de Daniel (Antiguo Testamento) donde Newton creyó
encontrar las claves de su teoría, según la cual debían pasar mil 260
años entre la refundación del Santo Imperio Romano por Carlomagno, en el
año 800, y el Apocalipsis, que por lo tanto debería ocurrir en el año
2060.
El conjunto de manuscritos de Newton muestra una faceta menos
conocida del científico: la lectura de la Biblia era una de sus
pasiones, pues creía que en ella estaban escritas las leyes divinas del
Universo, y dedicó muchas horas al estudio de los textos sagrados.
Estos archivos llegaron a Cambridge por decisión de los descendientes
de Newton, 150 años después de su muerte. El célebre físico había
frecuentado esa casa de estudios. La Universidad conservó sólo los
textos científicos y devolvió los demás a la familia.
Fuente: nortedigital