Tormentas solares antes y ahora
Durante los siglos XII y XIII el Sol estuvo particularmente activo y nuestro planeta fue intensamente bombardeado por poderosas llamaradas de energía ultravioleta; a raíz de eso en la Europa medieval se produjeron epidemias de cáncer de piel.
En este año 2012, el ciclo solar 24, nuestro planeta estará expuesto a altas dosis de radiación. Es cierto que existe una relación directa entre la aparición de melanoma y la radiación solar, pero no significa que necesariamente se vuelva a producir una epidemia.
Hay que tener en cuenta también, que este inminente máximo solar no se manifiesta únicamente en forma de peligrosos rayos UV. Los científicos prevén poderosas tormentas de partículas y eyecciones de masa coronal que, de golpear la Tierra, comprometerían seriamente las órbitas de los satélites y todos los sistemas de comunicación electrónica y de suministro de energía eléctrica.
Los países más desarrollados, que son los más vulnerables debido a la extensión de sus redes de energía, se mantienen alerta. Científicos de la ESA (Agencia Aeroespacial Europea) y de la NASA monitorean permanentemente la actividad del Sol mediante naves espaciales como la SOHO (Solar Heliospheric Observatory) y las STEREO (Solar Terrestrial Observatory)
El clima de la Tierra depende de la actividad del Sol, y en los últimos cien o ciento cincuenta años también de la actividad humana. En el siglo XVII, debido a una escasa actividad solar, nuestro planeta experimentó una mini edad de hielo (la temperatura media de la Tierra descendió de forma significativa).
Si una mega tormenta solar nos golpea y toda la infraestructura tecnológica sobre la que se asienta nuestra civilización fuera abruptamente inhabilitada, tardaríamos varios años en recomponerla.Además, el efecto del sol sobre nuestro organismo es acumulativo, por lo que el momento de comenzar a cuidarse de los rayos solares es AHORA.