El gobierno japonés confirmó hoy el apagado de los reactores de la accidentada central nuclear de Fukushima.
Los
reactores de la central de Fukushima "alcanzaron el estado de apagado en
frío", declaró Yoshihiko
Eso
significa que la temperatura en las vasijas de los reactores nucleares
está estabilizada por debajo de 100 grados Celsius y que las emisiones
radiactivas están controladas, indicó la prensa japonesa.
"Por lo tanto, las emisiones radiactiva puden ser contenidas
a un nivel suficientemente bajo en el exterior de las instalaciones de
la central, incluso en caso de nuevo accidente", dijo el primer ministro
japonés.
Nueve meses después del accidente
provocado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, el gobierno cumple
con la segunda etapa de su programa de control de la central.
El
estado de apagado en frío era uno de los objetivos clave de la "Etapa 2
del plan de trabajo" formulado por la compañía Tokyo Electric Power
(Tepco) para terminar con la catástrofe, la peor que haya conocido la
industria nuclear en el mundo desde Chernobyl hace 25 años.
El fin de la Etapa 1, que consistía en instalar medios de enfriamiento autónomos, había sido anunciado en julio pasado.
En una central en funcionamiento normal, el "apagado en frío" permite proceder a trabajos de mantenimiento.
En
el caso de Fukushima Daiichi, donde el combustible entró en fusión,
perforó las vasijas y se volcó en parte en el fondo del recinto de
confinamiento de tres de los seis reactores, el "apagado en frío" no
quiere decir que se va a poder intervenir libremente desde el exterior
ya que la radiactividad sigue siendo demasiado elevada.
El hecho
de haber alcanzado la Etapa 2 no significa el fin de la crisis, advirtió
el portavoz del gobierno japonés Osamu Fujimura.
"Todavía debemos enfrentar muchos desafíos", advirtió Noda, que citó entre otros la descontaminación de la zona.
El desmantelamiento de los reactores aacidentados, es una tarea que puede llevar de 30 a 40 años.
Inicialmente, el estado preveía culminar la
etapa 2 en enero de 2012, pero luego decidió adelantar el calendario y
logró cumplir con los nuevos plazos.
El fin de la Etapa 2
significa que los riesgos son mucho menores que antes, indicaron Tepco y
la agencia nipona de seguridad nuclear.